Muchas personas utilizan el alcohol como recurso para vencer la timidez a la hora de compartir con el sexo opuesto. De hecho, las primeras o segundas citas en varias ocasiones van acompañadas de una copa de vino o cualquier bebida dependiendo de la ocasión.
Hoy en día los estándares sociales giran alrededor del alcohol para todo tipo de celebraciones y citas. Para muchos, los viernes son la excusa perfecta para llegar a un bar, pub, o discoteca para encontrarse con su pareja y continuar la noche.
Pero el alcohol no sólo es considerado el alma de la fiesta, también es visto como un afrodisíaco desde épocas antiguas. En el año 405 AC, el poeta Griego Eurípides afirmaba: “Si el vino se acaba, será el final del amor, el final de todo placer en la vida de los hombres”. Por otro lado, existe la contraparte que es más adecuada a la realidad, donde Shakespeare afirmó que aunque el alcohol “provoca el deseo”, también “acaba afectando el desempeño”. Pero, ¿es verdaderamente el alcohol un afrodisíaco?
Investigadores sospechan que el alcohol adormece el sistema nervioso periférico, el cual incluye las terminaciones nerviosas de los órganos sexuales, permitiendo que la sangre y el deseo sexual fluyan. Sin embargo, el exceso de alcohol causa justamente lo contrario, ya que inhibe el flujo de sangre, la erección empieza a decaer y los órganos se vuelven lentos. Una o dos copas de vino pueden favorecer a disfrutar de aquellos momentos previos al encuentro íntimo y a suprimir de cierta forma a la timidez generada en gran proporción a un problema de disfunción eréctil, pero en grandes cantidades, el alcohol afecta el rendimiento.
Cuantas situaciones donde el varón acude a beber en exceso para generar autoconfianza perdida en gran proporción por un problema para conseguir una erección satisfactoria podrían resolverse si tan solo acceden a un tratamiento adecuado. En muchos casos, se ha evidenciado que para lograr un encuentro exitoso los varones acceden a tomar erróneamente algunos medicamentos que interactúan con bebidas y comidas, lo cual agrava aún más la situación.
Un tratamiento eficaz, simple y duradero funciona con “la pastilla del amor” T36 para disfrutar de la pareja a la que podrían satisfacer plenamente no solo durante el encuentro íntimo, sino también de aquellos momentos previos al mismo, ya que no perjudica su efecto con bebidas ni comidas y tiene una rápida acción de inicio. T36 permite que con una sola dosis se pueda contar con erecciones consistentes y múltiples en un lapso de hasta 36 horas sin inconvenientes.
T36 ha demostrado ser altamente eficaz en varios tratamientos a lo largo de los últimos años en Bolivia, obteniéndose resultados positivos tanto en el rendimiento masculino como en la satisfacción de la pareja.
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