No hace falta ser un Sugar Daddy para ser un amante con todas sus letras.
Aterricemos la idea: no es un tema de billeteras, sino de swing y actitud. Ser un MAESTRO a la vieja usanza es casi un oficio, tiene su yeite y sus vericuetos: alta tríada son la sabiduría, la experiencia y el estilo.
El saber generar climas y momentos es todo un arte, y si el artista tiene horas de vuelo, kilómetros recorridos y escenarios pisados, el viaje será un festín. Si a la sabiduría, a la galantería y a los años, que son la mejor escuela, le sumamos T36, la experiencia será superlativa e inconmensurable, como La Naranja incomparable.
Detalles a tener en cuenta:
Por otro lado, cuanto más genuinos y auténticos los estímulos, más veracidad cobra cada instante.
ABC para una antesala perfecta hasta que La Naranja haga efecto:
Mantente al 100% de tu rendimiento, sin la necesidad de ser un Sugar Daddy.
OLD’S SCHOOL y T36. Un estímulo genuino, hace la diferencia.